Las hemorroides son una condición anal-rectal muy común que se define como la ampliación sintomática y desplazamiento distal del apoyo anal normal. Las hemorroides causan picazón y dolor y estas son también las causas más comunes del sangrado rojo brillante en la defecación. Para marcar la diferencia entre los dos tipos de hemorroides (externa e interna) – Las hemorroides externas se asocian con dolor severo de la inflamación y edema causado por una trombosis (coagulación de la sangre dentro de la hemorroide) que puede conducir a la isquemia de la zona y eventual necrosis. Por otro lado, las hemorroides internas usualmente no son dolorosas hasta que sangran o se prolapsan (hemorroides internas que realmente sobresalen a través del ano) a lo que el tamaño de la hemorroide se incrementará.
En este artículo usted sabrá por qué las hemorroides sangran y qué hacer cuando suceda
Antes de proceder a ello, con el fin de saber por qué las hemorroides sangran, primero hablemos de los factores asociados con la aparición de estas y entendamos el trastorno de la función que esta condición causa a la zona afectada. Algunas publicaciones dicen que la causa de las hemorroides no se conoce. Sin embargo, hay un número de condiciones que pueden dar lugar a las hemorroides. Algunos de ellas son los siguientes: el esfuerzo durante la defecación (que se encuentra comúnmente cuando se está estreñido), episiotomía después del parto, así como los trastornos genéticos que implican el debilitamiento de los músculos que rodean el orificio anal.
Durante muchos años se creía que la causa de las hemorroides se debía a las varicosidades. En esta teoría, se postuló que las hemorroides se deben a las venas varicosas en el canal anal. Pero esta idea está obsoleta porque las hemorroides y venas ano-rectales hinchadas / anudadas han demostrado ser de diferentes entidades distintivas. También hubo un estudio realizado entre los pacientes con hipertensión portal y venas hinchadas y se encontró que estos pacientes no tienen una mayor incidencia de hemorroides.
El síntoma más común de las hemorroides es el sangrado rectal asociado con las deposiciones. Las hemorroides son en realidad vasos sanguíneos inflamados en la parte inferior del recto; por lo tanto, esto responde a la primera pregunta de “¿por qué las hemorroides sangran y qué hacer cuando sangran?” Por otra parte, la segunda pregunta, se discutirá posteriormente en este artículo.
Para explicar aún más, la razón por la cual las hemorroides sangran se debe a la rica vascularización del ano. Debido a su ubicación altamente sensible hay una tendencia a que esta área se engulla y se prolapse. En las hemorroides, hay inflamación anormal de los cojines anales, lo que causa la dilatación e inflamación de los plexos arteriovenosos (éstas son las venas y las arterias en esa área). Esto nos llevará al estiramiento de los músculos y ligamentos y al eventual deslizamiento del tejido rectal a través del canal anal. La hinchada mucosa anal se volverá mucho más sensible, por lo que será afectada con mayor facilidad, resultando en sangrado rectal. El color de la sangre cuando se sangra es normalmente de color rojo brillante debido al alto contenido de oxígeno dentro de las uniones arteriales y venosas.
Pasemos ahora a qué hacer cuando las hemorroides sangran.
En caso de que el sangrado se produzca en las hemorroides, es muy recomendable someterse a exámenes de diagnóstico como una anoscopia u otra opción es una sigmoidoscopia flexible. Estos procedimientos tendrán por objetivo evaluar cualquier sangrado rectal de color rojo brillante. En estos casos, la colonoscopia se puede también considerar en la evaluación de cualquier sangrado rectal que no sea típico de las hemorroides, como la presencia de factores de riesgo importantes de alguna enfermedad maligna del colon o en el caso de una hemorragia rectal con un examen anorectal negativo. Esto es importante para descartar otros factores que podrían estar asociados con el sangrado en la zona ano-rectal de su cuerpo. Es importante reconocer la formación de las hemorroides en el ano pues también puede ser un factor predisponente para otra condición. El análisis de diagnóstico ayudará a evaluar la condición adicional. Saber exactamente el problema puede prevenir cualquier daño adicional que puede ocurrir más adelante.
Para los tratamientos de primeros auxilios en caso de sangrado activo se debe: poner compresas frías en el área afectada para detener el sangrado. Asegúrese de que no se aplique el hielo directamente sobre la piel. Si no tiene una bolsa de hielo, envuelva el hielo en una funda delgada de tela. Es importante recordar que en un caso de sangrado activo, evite el uso de regímenes de tratamiento que produzcan calor húmedo, ya que esto alienta la dilatación de los vasos y sangrado. Esto implica que usted no debe someterse a baños calientes de asiento cuando haya sangrado en los tejidos de las hemorroides.
El sangrado excesivo puede ocurrir en las hemorroides grandes que se revientan. En tales casos, es necesario buscar atención médica de inmediato, especialmente si el sangrado no se detiene. Vende inmediatamente el sangrado correctamente y presiónelo contra el área de las hemorroides para detener el sangrado. Una vez hecho esto, proceda al centro médico más cercano para el tratamiento adecuado.
Recuerde que estas hemorroides pueden estar teniendo una trombosis (donde hay formación o presencia de uno o más coágulos de sangre) – que pueden bloquear parcial o totalmente una arteria o vena. En tales casos la intervención quirúrgica es altamente recomendable para eliminar la sangre coagulada. Otras opciones de tratamiento son la escleroterapia, ligadura con banda elástica y criocirugía. En los Estados Unidos, la ligadura con banda de goma (en comparación con la escleroterapia) es la opción preferida.
La importancia de una dieta rica en fibra, el aumento de la ingesta de líquidos, el ejercicio suave, y los movimientos de intestino regulares deben ser enfatizados con el fin de evitar o incluso disminuir la aparición de hemorroides. En caso de hemorragia, recuerde que no debe entrar en pánico, practique los primeros auxilios necesarios para detener la hemorragia y luego busque atención con un profesional médico. Los remedios caseros también pueden estar disponibles para el tratamiento de las hemorroides. Estos tratamientos se deben realizar con diligencia sobre una base regular; de lo contrario el tratamiento iniciado no será eficaz. En el caso de que los síntomas persistan a pesar de seguir el procedimiento correcto en el tratamiento, la primera acción es proceder a un médico para que las hemorroides sean evaluadas y diagnosticadas.